Atrapado en REM

Llega la noche. Mi cuerpo se prepara para lo que  ahora temo tanto: que las sombras me consuman y que llegue lo inevitable, el sueño. Hace semanas que lo evito, tengo miedo. Mi mente es traicionera y  me ataca cuando menos lo necesito, ahora no, sinceramente no puedo.

Nunca pensé que mis pensamientos fueran mis peores enemigos, que mis miedos cobraran forma. Siempre me enorgullecí de poder controlarlos, si por algo  elegí el nombre de Sandman, es porque los sueños siempre me parecieron una vía de escape, pero ahora no, esa vía de escape se ha convertido en mi una prisión infranqueable. Una sombra que me absorbe y me hace pensar lo peor.

La noche trae la calma, o por lo menos eso creo. Me tapo, respiro hondo, "no pasa  nada, esto pasará, sólo es una mala temporada". Ese es mi mantra, la oración que repito cada noche para que alguien, no sé de qué forma, ni de qué manera la escuche, pero esa respuesta no llega nunca. Me resisto a sufrir otra noche, pero mi cerebro tiene otros planes para mí.

La medicación empieza a hacer efecto, la suerte está echada. Mis párpados empiezan a cerrarse, pero yo no quiero, me niego a pasar esas fases que antes tanto me gustaban. Ese sopor, esa  sensación de dejadez. Tu cuerpo se empieza a convertir en algo insustancial, pierde forma, se desdibuja. Eres consciente de ello pero no tienes miedo, lo deseas, necesitas que llegue la hora del tránsito. Dejar de ser tú para convertirte en otra cosa, para convertirte en lo que quieras.

Ese es mi universo, un mundo donde yo soy el amo y señor de todo. Todo cuanto pasa está creado por mi, mi cerebro es la máquina que recrea todo lo que deseo, todo lo que me gustaría ser, pero ahora no. Mi mente ha decidido controlar mi cuerpo, hace tiempo que  soy consciente de que he entrado en un camino sin retorno, en mi reino algo ha cambiado, algo que no soy yo ha tomado el mando, su particular golpe de estado viene en forma de pesadilla, y he caído preso. Intento cerrar los ojos "esto no es real, controlalo, tú puedes, sigue siendo tu  mundo". Llega esa sensación, el cuerpo se revela, eres consciente de que no es real, sabes que fuera de esta pesadilla está tu "yo" sustancial está luchando por despertar, por tomar el mando, las convulsiones se hacen cada vez más continuas, pero no llega. Estas preso en tu propia mente, eres tan ingenuo de creer que todo ocurre fuera de ti, pero es una farsa, un mero espejismo recreado por la gran maquina, una que ha decidido mantenerte preso por tiempo indefinido.

Te has esforzado tanto que pierdes las fuerzas, ya no tienes nombre, quizás... poco importa ya, serás quién la gran máquina quiera que seas, a fin de cuentas ya no es tu  mundo. 

Bienvenido al estado Rem Sandman, te estábamos esperando.